Fotos: A.B.C. y Lilibeth Alfonso M.
Dan la señal de salida, y no muy lejos las balsas “cobran vida”. Sus timoneles aprietan y mueven con fuerzas la vara que les permite avanzar sobre el amplio caudal del Toa. En la meta, a unos 100 metros y bajo el puente de la carretera, un puñado de pobladores de la zona, con bullicio, esperaba el desenlace, a sabiendas que tras él, otro grupo de juegos acuáticos llegaría para el entretenimiento comunitario.
Algunos lugareños asisten alegres, pero sorprendidos, por la costumbre de que las competencias de balseros desborden el Paso del Toa cada mes de agosto, y no en mayo como lo adelantó, solo como exhibición, el proyecto Por una vida sana, de la Dirección provincial de Deportes, que llevó hasta allí el Festival de Juegos Tradicionales del Plan Turquino.
Claro, al ser en esta ocasión en los alrededores del río más caudaloso de Cuba, era indudable que el “plato fuerte” estuviera relacionado con el agua: las competencias de balseros, lucha sobre colchón en el agua, nado en inmersión y de relevo, la búsqueda de objetos sumergidos, halar la soga, sostenerse sobre el tronco de palma flotante, entre otros salidos del imaginario local y que ya forman parte de las tradiciones deportivas en esa bella región.
En otras comunidades, de las 25 que ha visitado dicho proyecto en su primer año de vida, el centro del torneo también estuvo adaptado a las principales actividades socioeconómicas o costumbres de cada localidad: tostar, pilar y colar café, rajar la leña, escalar el palo encebado, boxeo con los ojos tapados, cortar el fruto del cacao, subir la palma real y desmochar el palmiche, trepar el cocotero, boleo del mulo y el buey (ajustar la carga), y muchas otras.
Lo que siempre se repite, por su permanencia en cada pedazo de nuestras serranías, son las lides de subir el palo encebado, las carreras sobre caballos, arrancarle la cabeza al pato, la corrida de cintas, y en algunas hasta los juegos pasivos y las disciplinas deportivas que se entrenan en el área han sido por igual protagonistas.
El día a día en la competencia
Precisamente en la posibilidad de competir en actividades que forman parte de su día a día, muchos participantes en estos eventos encuentran el principal atractivo, tal como lo corroboraron la diputada Dignora Plutín Sánchez, excelente recogedora de café, lanzadora en un juego de béisbol y hábil amazona, en Palizada Arriba, El Salvador, y el experimentado cultivador de cacao Bernardo Laffita Romero, en Vega del Jobo, Imías.
Según, Eddy Caraballo Robert, jefe del Departamento de Recreación Física del Índer en Guantánamo, lo mejor del proyecto tras sobrepasar el primer año de instrumentación (inició en abril de 2014), ha sido la posibilidad de mostrar a la direcciones deportivas en cada municipio la posibilidad de con los recursos y las características de cada sitio, armar ofertas de recreación sana que pueden ser bien populares.
“Nosotros sabemos la necesidad que tienen las comunidades del campo de recreación, por eso creamos Por una vida sana, y ya hemos recorrido lo mismo comunidades del Plan Turquino, que del Segundo Anillo, constatando en cada una de ellas las riquezas sin explotar que tenemos en el trabajo comunitario. Ahora lo que queda es lograr que los territorios repliquen el proyecto para llegar a mayor cantidad de personas con entretenimiento físico y sano.
“Claro, siempre sin dejar de lado la cultura, la gastronomía y las organizaciones de masas y factores de cada zona, todos imprescindibles para llevar adelante este proyecto, ya citado como referencia nacional”, afirma Caraballo Robert.
Así, una o dos veces al mes, en verano con mucha más intensidad, pero nunca detenido, esta iniciativa va ganando madurez y e instaurándose como imprescindible dentro del panorama deportivo guantanamero por su singularidad.
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Por Lorenzo Crespo Silveira
El poblado Vega del Jobo pertenece al municipio costero Imías, y hasta allí llegó el pasado fin de semana un equipo de reporteros, acompañados por directivos del INDER de la ciudad de Guantánamo, encargados de las actividades recreativas y de participación en las comunidades más intrincadas de la provincia.
Bastante complejo el camino para llegar a nuestro destino, pero el calor de la gente y el júbilo de compartir juntos durante algunas horas validó el viaje hasta ese paraje entre montañas.
Juegos tradicionales y de mesa, baile, corrida de caballos, corte de madera, subida al palo encebado, música y mucho más conformaron las opciones recreativas para disfrutar en sana alegría.
Aquí les muestro algunas imágenes de lo que allí sucedió:
Fotos: Leonel Escalona Furones
Dicen que cuando la recreación y el deporte se juntan, forman un dúo tan poderoso y saludable, que el sedentarismo, el estrés, el cansancio, y diversas enfermedades crónicas como el asma bronquial, la diabetes, la hipertensión arterial y la obesidad; le cogen miedo y ni se acercan por los alrededores.
Y es que cuando esos dos se dan la mano, son muchos los beneficios para la calidad de vida de quienes le abren las puertas, sin contar el hecho de poder practicar un método de recreación sano y divertido.
Precisamente para incentivar a las personas a que agreguen esta necesaria unión a su quehacer regular, en el 2010 el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), creó el proyecto Vía Saludable, mediante el cual, en diversas fechas, cierta arteria de un poblado o ciudad, es cerrada para desarrollar en sus predios diversas actividades físico-recreativas y deportivas.
Allá en Baracoa, son varios los lugareños que pueden dar fe de los resultados de este proyecto, que un día de cada mes, se apodera de algún tramo de vial en cualquiera de sus barrios, para ofrecer a los pobladores diversos juegos tradicionales y populares.
“Lo realizamos por lo general los primeros sábados tanto aquí como en el resto de las comunidades del municipio. En el espacio ofrecemos juegos participativos, de mesa, fútbol, tenis de mesa, pelota, y otros más tradicionales. Además, tenemos acciones con los círculos de abuelos y de gimnasia musical aerobia”, dice Olayda Soler Peralta, subdirectora del Combinado Deportivo 1 de ese territorio.
A ella la encontramos en la calle Maceo entre Céspedes y Ciro Frías, cuadra seleccionada en la urbe baracoense en diciembre del recién finalizado 2012, para realizar la Vía saludable del mes.
Allí, entre los quioscos y la tarima erigidos para las celebraciones por los 54 años de la entrada del Ejército Rebelde a Baracoa, otro batallón pero de niños, niñas y adolescentes, llenaban con su algarabía la mañana mientras escogían el juego de su preferencia para participar y divertirse de lo lindo.
Jean Carlos López Rodríguez, de diez años, es uno de esos infantes que cada vez que se da este espacio, deja juguetes y la programación televisiva y corre a compartir con sus compañeros del barrio.
“Todos los meses participo, pues aparte de poder ejercitarme y verme bien para las niñas del barrio, puedo participar en juegos curiosos como romper el huevo, halar la soga, el pañuelo, entre otros. Sin contar que siempre aprendo algo nuevo que quién sabe si me puede ayudar a definir mi futuro”, declara Jean Carlos.
Por su parte, Roxanne Matos Pons, adolescente de 13 años, afirma que ella siempre trata de llegarse por la cuadra seleccionada, no solo para hacer deportes, sino debido al bien que conlleva a la salud “y porque nos permite olvidarnos del aburrimiento y la tristeza”, agrega.
Y así es, y nadie sabe si de estas actividades deportivas y recreativas, puedan salir futuros campeones y destacados atletas, que como hoy lo hacen los precisamente baracoenses Alexander Rodríguez en el béisbol, y Alianni Urgellés en el fútbol, llenen de glorias y alegrías a su familia, su localidad y su Patria.