Por Adriel Bosch Cascaret
El vínculo con las instituciones culturales y la necesidad de mejorar el diálogo con ellas, las trabas que dificultan el mejor desarrollo de los procesos creativos, y las ineficiencias en la promoción artística, centraron los debates de los jóvenes escritores y artistas guantanameros en la Asamblea provincial de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), celebrada este 4 de junio en la Academia Provincial de Artes Plásticas.
Esta asamblea, con la cual abrieron las discusiones provinciales del segundo Congreso de esta organización en el país, constituyó un espacio donde de forma transparente, fresca y en ocasiones desenfadada, asociados e invitados presentes analizaron las problemáticas que dificultan el buen funcionamiento de la AHS, el quehacer artístico de sus miembros, y los procesos culturales en Guantánamo.
El escritor Eldys Baratute Benavides, señaló el imperativo de lograr que funcionen los espacios de promoción, donde se jerarquice a aquellos que mejor desempeñan su labor creadora y abogó por la consolidación de una plataforma económica que respalde la realización de los distintos proyectos creativos.
Por su parte, Alba Babastro Noris, directora del Centro provincial de Comunicación para la Cultura y miembro de honor de la AHS, llamó la atención acerca de cómo en ocasiones nacionalmente se dicta una política que viabiliza y mejora la labor artística, y cuando esta llega al territorio no se cumple por mala interpretación de quienes dirigen su aplicación aquí, o por la existencia de legislaciones viejas que la limitan.
“Hay que pensar con inteligencia la cultura cada día, en cómo mejorar su evolución y la inserción en el proceso de cambio que vive el país. Quienes dirigen los procesos e instituciones deben estar capacitados para el diálogo con los jóvenes creadores, dispuestos a escuchar y preguntar sin temor a equivocarse”, dijo Babastro Noris.
Al respecto, el bailarín y coreógrafo Alfredo Velásquez Carcasés, director de la compañía Danza Libre, expresó que el diálogo debía verse como una forma para mejorar el trabajo de las instituciones y así mostrar la verdadera espiritualidad de los artistas.
“Y no solo es el diálogo para crear, sino para poder llevar esa espiritualidad a mayor cantidad de personas. Por desgracia, muchas veces por falta de coordinación o aseguramiento material y de transporte de las instituciones, no podemos llegar a municipios alejados como Maisí, donde sus habitantes no pueden disfrutar de una propuesta cultural sólida”, declaró Velásquez Carcasés.
Esta opinión, fue respaldada por Yusmaní Gainza, joven director de la Banda de Conciertos de Caimanera, quien preocupado hizo énfasis en como los jóvenes de ese marino poblado y de las comunidades apartadas, están urgidos de opciones culturales y recreativas que hagan frente a la avalancha seudocultural imperante.
El bailarín y realizador audiovisual Guillermo Kerton, en otra arista, denunció la imposibilidad que tienen los bailarines de las compañías profesionales de la provincia, para formar parte de los espectáculos de los centros nocturnos por limitantes puestas por el Centro Provincial de la Música, mientras para realizar dichas actividades se usan por lo general aficionados que restan en muchas ocasiones calidad a las propuestas.
“Esto provoca,-afirmó Kerton- que muchas veces los profesionales, nos veamos obligados a migrar hacía el sector turístico donde se paga mejor. Si aparte del trabajo en las compañías se pudiera acceder a contratos en dichos centros nocturnos, se evitaría este éxodo y aumentaría la concepción estética de los mencionados espectáculos”.
Durante la Asamblea también se discutió sobre la necesidad de lograr unidad en todo el sistema artístico y de mejorar la concepción estética y educativa de las propuestas que se transmiten en la televisión local y nacional, las debilidades en la superación de los escritores y creadores jóvenes y en la preparación de algunos de los especialistas que laboran en las instituciones culturales.
El viceministro de Cultura, Fernando Rojas, durante su intervención apuntó que las instituciones deben trabajar en conjunto con los jóvenes creadores, porque la atención a estos es parte primordial de su quehacer, “tienen que concebir un programa dirigido a quienes constituyen el presente y el futuro de la cultura cubana”.
El viceministro reconoció la calidad del debate realizado, y enfatizó en que los funcionarios de Cultura debían asumir las críticas sin molestarse, y con la inquietud de estar informados, con la capacidad para razonar, y con eficiencia para solucionar los problemas.
Luis Morlote Rivas, presidente nacional de la AHS, aprovechó el espacio para explicar que este segundo Congreso se realiza en momentos donde se repiensa el país, en busca de que la organización se parezca más al cambio, a lo que se quiere y a lo que hace falta para el desarrollo del arte joven.
El intercambio finalizó con la elección del nuevo ejecutivo de la AHS en la provincia, al frente del cual quedó el escritor Eldys Baratute Benavides. También se seleccionaron las propuestas de integrantes para el Consejo Nacional, y los tres delegados a las sesiones finales del segundo Congreso de la organización, a realizarse en La Habana, en octubre de este año.
Además, se entregaron reconocimientos a instituciones que se han destacado en el apoyo a la AHS, y a la editora Carelsy Falcón Calzadilla, quien se desempeñó durante el último mandato como su presidenta provincial.